Violencia de género y paz social

México D.F., México, 11 de septiembre de 2004

Declaración

La violencia contra las mujeres, bajo sus distintas formas e intensidades es una realidad tan universal como antigua. No hay rincón de la tierra que escape a ella. En todos los países, en todas las culturas, la violencia contra la mujer forma parte tanto de las culturas tradicionales como de la práctica cotidiana. Se trata de una de las manifestaciones más diáfanas de la sujeción de la mujer, de la desigualdad, de la consideración de que la mujer es un ser humano que no goza de la plenitud de sus derechos, es un ser humano a medias, de segunda categoría.

La salud y la integridad física y mental de cada persona depende del derecho a una vida digna y libre de violencia, del derecho a seguridad y paz social y de la promoción de oportunidades de igualdad. Medidas contra la discriminación tendrían que ser consideradas derechos legales fundamentales salva guardados por varias leyes.

A pesar de que se han hecho esfuerzos, éstos han resultado insuficientes porque se sigue soslayando este flagelo por considerarlo todavía como un asunto privado y no como un delito grave que evidencia la discriminación y la exclusión por condiciones de género y de edad que sufren las mujeres.

Los datos y las estadísticas oficiales y formales todavía no reflejan la magnitud de este problema, aun cuando por datos se conoce que la violencia contra las mujeres afecta cuando menos a una mujer de cada tres y que por cada denuncia existen por lo menos seis que no se hacen públicas.

Las acciones de organizaciones de mujeres a nivel nacional e internacional han jugado un papel fundamental en la promoción, debate y inclusión de estos temas en la agenda de los gobiernos.

Hoy se reconoce que la violencia de género constituye una violación a los derechos humanos y es causa, entre otros factores, de las actitudes criminógenas que desde la familia se generan en las personas que la viven en el espacio más seguro que se supone son los hogares.

La violencia de género en sus diferentes categorías, incluyendo feminicidio, que es el asesinato misógino y constituye la forma más agresiva y lacerante de violencia contra las mujeres, son expresiones de una sociedad en la que persiste la discriminación contra las mujeres y las relaciones de poder desiguales derivadas de un sistema patriarcal.

La violencia de género tiene un impacto negativo y de graves consecuencias en la construcción de la paz social que exige de la acción de los gobiernos y de la comunidad internacional para su erradicación.

Por lo tanto la Internacional Socialista de Mujeres:

  • hace un llamamiento a todos los gobiernos a sumarse a todos los compromisos derivados de las Convenciones, Tratados y Conferencias de Derechos Humanos de las mujeres y de la niñez y a asegurarse que sus acciones se reflejen en los Planes de Igualdad, políticas públicas, legislación y acciones por la equidad e igualdad entre los géneros;
  • hace un llamamiento a los gobiernos a nivel local, nacional y regional a promover reformas legislativas integrales para eliminar toda forma de discriminación y atienda, prevenga, sancione y erradique la violencia contra las mujeres y niñas;
  • enfatiza que los estados han de propiciar fácil acceso a la procuración y administración de la justicia y a la existencia de espacios especializados en las agencias ministeriales y en los tribunales adecuadas a las necesidades y diversidad cultural de México y otra naciones, incluyendo también la información sobre los ámbitos jurisdiccionales internacionales;
  • urge al gobierno de México a que desarrolle las políticas y acciones establecidas en el Programa de Acción sobre la Violencia contra las mujeres, para la prevención de conductas delictivas y criminales en la sociedad y se promueva la existencia de instancias de apoyo suficientes en todos los ámbitos estatales, municipales y comunitarios y
  • anima a periodistas y a todos los medios de comunicación a trabajar de todas las maneras posibles para promover la transmisión de mensajes libres de estereotipos de género y desarrollar relaciones armónicas e igualitarias entre mujeres y hombres y de respeto a los derechos humanos.

Además la Internacional Socialista de Mujeres, profundamente preocupada y alarmada por los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua y en la República Mexicana, además de otros que se han venido cometiendo en otras partes de este continente, solicita enérgicamente justicia expedita, reparación de daño y castigo severo a perpetradores y a quienes han incurrido en omisión y urge al gobierno Mexicano a dar cuentas sobre el trabajo que desarrolla la Fiscalía Especial para la investigación de los feminicidios y de la Comisionada Especial para el caso de Ciudad Juárez, Chihuahua.

Finalmente la Internacional Socialista de Mujeres quiere constatar que su posición con el gobierno de México y de los países Latinoamericanos y del Caribe participantes en esta Reunión Regional será de denuncia permanente y de lucha en contra de las acciones discriminatorias y de exclusión social que se expresen en cualquier nivel de gobierno , en los distintos poderes y en los diferentes ámbitos de la sociedad.