Declaración y Plataforma de Acción de Beijing: 20 años después

Ciudad de México, México, 26 y 27 de junio de 2014

Resolución

Fiel a su visión, la Internacional Socialista de Mujeres (ISM), cree que la participación de las mujeres es imprescindible para el desarrollo sostenible y equitativo. Por tanto, es esencial establecer un marco viable para la supervisión, con mecanismos claros y nuevos indicadores de género, para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) como se define en la Agenda de Desarrollo Post-2015.

Muchas otras organizaciones de mujeres y personalidades de todo el mundo que comparten esta visión recomiendan, entre otras, la necesidad de incluir en la Agenda de Desarrollo Post-2015 las medidas propuestas por la Plataforma de Acción de Beijing (BPA-1995), por el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (ICPD-1994) y por la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979).

Entre todos los eventos importantes del siglo XX y XXI, el avance progresivo de la situación de las mujeres es la mayor revolución social pacífica. Unos meses antes del 20º aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), nos encontramos con que la situación de la mujer ha mejorado en la última década.

Si bien reconoce los progresos realizados, hacemos hincapié en que sigue habiendo desafíos para aplicar plenamente los ODM y todavía se requiere de avances en relación con las disparidades desiguales experimentados en muchas partes del mundo. En algunas partes del mundo, las mujeres están en el inicio de la maratón, mientras que otras ya han recorrido un largo camino. Las desigualdades entre hombres y mujeres persisten y siguen siendo obstáculos importantes. En algunos casos, incluso nos encontramos con un retroceso en relación con los progresos ya realizados.

Las características de varios elementos comunes de desequilibrio que siguen existiendo entre mujeres y hombres, suelen estar relacionados con las dificultades en el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres y la incapacidad en la aplicación de los instrumentos internacionales de derechos humanos de las mujeres en particular la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). En primer lugar, es la distribución desigual de las responsabilidades familiares y las posiciones socio-económicas; la pobreza sigue teniendo rostro de mujer, y la desigualdad de remuneración por trabajo de igual valor sigue siendo frecuente. La educación y la formación de las mujeres y las niñas siguen sin garantía y la falta de ampliación del acceso de las mujeres a la atención de la salud sigue siendo una preocupación. Asimismo, la violencia contra las mujeres continúa, su protección en situaciones de conflicto armado sigue siendo insuficiente y, por último, el proceso de toma de decisiones sigue principalmente en manos de los hombres en varias áreas, incluyendo la política, los medios de comunicación y el medio ambiente.

Las mujeres en su gran mayoría tienen poca o ninguna participación en la toma de decisiones. Víctimas del conflicto se han omitido en el proceso de gestión de la prevención y el conflicto.

En los países donde los logros de las mujeres han sido sobresalientes, y donde los gobiernos han adoptado instrumentos legislativos para favorecer la igualdad de género, sigue existiendo disparidad entre la igualdad formal y la igualdad real.

Teniendo en cuenta que en 2015, la 59ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer se encargará de la evaluación de la aplicación de la Declaración y Plataforma Acción de Beijing, aprobada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995) y las conclusiones del vigésimo tercer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General (2000), la Internacional Socialista de Mujeres apoya la resolución E/RES/2013/18 del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas que:

Hace un llamamiento a todos los Estados Miembros a llevar a cabo exámenes nacionales integrales para identificar los progresos realizados y los obstáculos encontrados en la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing e

Insta a los Estados Miembros a que continúen apoyando las intervenciones y aportes de la sociedad civil, especialmente las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones de mujeres, en la implementación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y las conclusiones del vigésimo tercer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General y, a este respecto, incita a trabajar en todos los niveles con las partes interesadas pertinentes para prepararse para el año 2015, y sacar provecho de sus experiencias y conocimientos.

La Internacional Socialista de Mujeres también insta a todos los partidos miembros de la Internacional Socialista (IS) y a todas las organizaciones de mujeres de todo el mundo a participar en el trabajo sobre la evaluación de la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y las conclusiones del vigésimo tercer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General, a todos los niveles posibles, teniendo en cuenta las directrices (Anexo 1) cuyo objetivo es facilitar el desarrollo de estos exámenes nacionales y prestar asistencia en este campo.

La Internacional Socialista de Mujeres insta a todos los partidos miembros de la Internacional Socialista, ya sea en el poder o en la oposición, a exigir la ratificación sin reservas por los Estados Miembros del Protocolo de las Naciones Unidas de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW); formular y aplicar políticas; proponer y adoptar la legislación; realizar actividades de apoyo administrativo y de información; y de practicar con vigor su compromiso político a las “doce esferas de especial preocupación” y sus respectivos objetivos estratégicos que se describen en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (Anexo 2).

En este sentido, vamos a seguir trabajando con la Internacional Socialista para promover dentro de la organización nuestro objetivo común de lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

Y como una organización no gubernamental con estatus consultivo en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), la Internacional Socialista de Mujeres está comprometida con la evaluación de la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y las conclusiones del vigésimo tercer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para contribuir eficazmente a la CSW59 Beijing + 20 en 2015.

La Internacional Socialista de Mujeres y los partidos que la integran se comprometen además a no dar un paso atrás, en su trabajo ante Naciones Unidas y en sus respectivos países, en lo referido a los objetivos de la Plataforma de Acción, siguiendo éstos objetivos todavía vigentes en la mayoría de los países del mundo. Es por ello que hay que seguir avanzando buscando nuevas formas y acciones para su plena consecución.

 

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