Mujeres en la política – Los nuevos retos

Ginebra, Suiza, 15 y 16 de diciembre de 2014

Resolución

Reconociendo que se ha hecho un significativo avance con respecto al objetivo 3 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas (ODM 3) de promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer llevando al año 2015, la Internacional Socialista de Mujeres observa con preocupación que persiste la disparidad de género evidente dentro de la arena política global. Si bien hay una serie de iniciativas que han sido muy eficaces en la defensa y el apoyo a la participación activa de la mujer en la política, siguen habiendo diferencias sustanciales donde la mujer sigue siendo agresivamente marginada y públicamente menospreciada en su esfuerzo por participar en el diálogo político.

La Internacional Socialista de Mujeres afirma que el logro de la igualdad de género en todo el espectro de los procesos políticos, además de ser un principio de los derechos humanos, también juega un papel fundamental en la integración con éxito de los cambios necesarios para erradicar la discriminación de género, tanto dentro de las naciones como en el mundo. Gobernanza inclusiva de género es un importante factor contribuyente en el logro de muchos de los ODM y es esencial para la plena consecución del ODM 3.

La Internacional Socialista de Mujeres toma nota con satisfacción de que el mapa de la mujer en la política 2014, producido por la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres, muestra un progreso saludable en algunas áreas, lo que demuestra que el sesgo de género en la política se está disolviendo poco a poco. En la actualidad hay 36 países con 30% o más ministras, que es un aumento alentador con respecto al 2012, cuando sólo había 26. Las carteras de las mujeres ministros también se están desarrollando positivamente para cubrir una amplia gama de áreas socio-económicas. Educación, Asuntos Sociales y Asuntos de la Mujer son puestos que siguen siendo los más frecuentes, pero hay ahora también ministras de Defensa, Medio Ambiente y Relaciones Exteriores. En general, las Américas, Europa y África muestran el cambio más significativo, con las regiones Árabe, Asia y el Pacífico mostrando un progreso más lento en la actualidad.

Un área de preocupación constante es el reto del techo de cristal en la política que impide a muchas mujeres de ocupar los puestos de categoría superior más influyentes. Una vez más, esto está cambiando gradualmente a medida que el número de mujeres en la política se eleva, lo que les permite demostrar sus habilidades y eficacia, y en algunas regiones incorporar políticas de trabajo que hacen más fácil que la mujer participe. La Internacional Socialista de Mujeres afirma su apoyo a las iniciativas y los marcos de trabajo que promueven el aumento del número de mujeres en la política en general, así como el aumento de los números en los puestos políticos de alto nivel.

La mujer sigue siendo la principal cuidadora de los niños y la casa familiar, lo que plantea desafíos prácticos y culturales para seguir una carrera política. El tiempo pasado alejada de la casa y los niños puede en algunos casos ser interpretado culturalmente de una manera que sugiere que la mujer en roles políticos está descuidando sus deberes como mujer. Esta presión cultural puede dar lugar a la supresión de las aspiraciones políticas de las mujeres, excluyéndolas efectivamente del debate político y legislativo. Esto se ha visto como un desafío extremo en algunas de las nuevas democracias emergentes, donde las normas culturales discriminatorias de género son todavía firmemente arraigadas y apoyadas activamente. En otros casos puede ser simplemente una ausencia de guarderías disponibles y asequibles durante actividades políticas, o una cultura política de horas de trabajo extremadamente largas, lo que impide la participación. En los casos más preocupantes, la violencia extrema y la agresión hacia la mujer política impide la participación de la mujer en absoluto en todos los procesos políticos. La Internacional Socialista de Mujeres observa con profundo pesar que este tipo de incidentes se siguen produciendo y reafirma su compromiso apasionado de continuar con el cese de la discriminación de género en la política, de fomentar y apoyar a la mujer en la política, y la eliminación total de la violencia contra la mujer en cualquier ámbito de la vida.

Los retos económicos a los que muchos países se enfrentan también han repercutido en la promoción de la mujer en la política. La cuestión de la mujer y la discriminación de género son a menudo relegadas a una prioridad más baja, mientras que la mayoría del enfoque se da a la mejora económica. Además, la mujer es más propensa a tener un trabajo de baja remuneración con largas horas para ayudar a su familia económicamente, sin dejar de ofrecer de manera no remunerada el cuidado de los niños, la reposición social y las funciones de gestión de la casa. Esto deja a muchas mujeres con poco tiempo o el pensamiento de sobra para involucrarse en actividades políticas. Esto significa que no sólo la mujer pierde su voz política y la capacidad de influir en las políticas y la legislación; la extensa comunidad política también pierde el valor de su contribución y perspectiva.

Tener un mayor porcentaje de mujeres políticas mejora la imagen de los partidos. Esto puede mejorar su reputación con el electorado. Son más propensos a ser percibidos como representantes de ambos géneros y que toman en consideración los puntos de vista de ambos en la formulación de políticas. Campañas y estrategias electorales también se pueden ver reforzadas con una mayor participación de mujeres ya que ellas conectarán con más empatía a los problemas y preocupaciones de las mujeres votantes.

La Internacional Socialista de Mujeres apoya el sistema de cuotas para elegir a las mujeres en el gobierno como una medida temporal para llevar a las mujeres a posiciones políticas y para lograr la democracia paritaria, al mismo tiempo haciendo hincapié en la eficacia comprobada de marcos de trabajo robustos, políticamente sostenibles y sensibles al género, y a la legislación y las políticas para alentar y apoyar a la mujer a seguir carreras políticas.

La Internacional Socialista de Mujeres hace un llamamiento a los gobiernos, los partidos miembros de la Internacional Socialista, la ONU y las ONG a ayudar a acelerar el progreso de mayor participación de la mujer en la política y mejorar las condiciones de trabajo dentro de las estructuras políticas que apoyan esto:

promoviendo la institucionalización de la igualdad de género dentro de partidos y de las estructuras, los procesos y prácticas de gobiernos nacionales/estatales

formulando y adoptando marcos de trabajo, programas e iniciativas que lideran y apoyan la participación y promoción de la mujer en la política, por ejemplo: la asignación de fondos de campaña adicional para los partidos que tienen el 30%, y más, mujeres candidatas en la lista de puestos de elecciones

garantizando la igualdad de acceso de ambos géneros a los recursos financieros y de otro tipo y a los fondos de campaña

elevando el perfil de las cuestiones de género y haciéndolas una parte integral de la estrategia electoral del partido

alentando gobiernos con enfoque de género a nivel local, estatal y nacional

haciendo campaña a favor de cambios legislativos y políticos en todos los procesos políticos que apoyen el aumento de la participación de la mujer política

introduciendo el monitoreo de la práctica de los presupuestos de género a todos los niveles de gobierno: municipal, regional y nacional.

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